lunes, 5 de mayo de 2014

Tenemos Poder dentro de Nosotros I

BAUTISMO EN CRISTO


Antes de ascender, habiendo resucitado, Jesús dijo a sus apóstoles:

"Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días 
ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo..." 
" ...cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, 
recibirán poder" 
(Hch 1:5, 8, NVI)

Para recibir el poder de Dios, debemos ser bautizados en el Espíritu. Si no renacemos espiritualmente, el Espíritu Santo no puede venir a morar dentro de nosotros, ni podremos entrar al Reino Dios.

Recibimos el bautismo en el Espíritu Santo cuando, habiéndonos arrepentido de nuestros pecados, invitamos a Jesús para que Señoree sobre nuestra vida(ver "Cómo ser Salvos")Es entonces que nuestras vidas pueden verse transformadas, porque morimos al pecado, y renacemos a una nueva vida que proviene del Espíritu de Dios: somos nueva criatura.


¿POR QUÉ DECIMOS QUE SOMOS PODEROSOS EN CRISTO?


Porque, al arrepentirnos de pecado, y reconocer que nuestro Señor es Jesucristo, estamos cambiando la potestad que nos gobierna. Antes, estábamos bajo el poder de Satanás; éramos hijos del pecado, pero a partir de nuestro renacimiento espiritual, al haber sido lavados con la sangre que Jesús derramó en el calvario, quedamos libres de ese pecado que nos mantenía prisioneros, y pasamos de vivir en las tinieblas, a ser ciudadanos del Reino de la luz.

Por la fe, hemos nacido del Espíritu Santo, y todo el que nace de Dios vence al mundo. Es decir, Satanás ya no tiene ningún poder sobre nosotros, pues, estamos bajo la protección de nuestro Padre, que velará por nuestro crecimiento espiritual, nos consolará ante las situaciones difíciles, nos dará la salida ante situaciones adversas, y bendecirá nuestro hogar y nuestro trabajo.

La voluntad del Padre es que seamos santificados y nos vayamos perfeccionando hasta llegar a ser como Jesús. Antes de renacer espiritualmente, eso era imposible, pero ahora, con el poder del Espíritu Santo en nosotros, que nos guía, protege y corrige, la Voluntad de Dios puede ser cumplida.

Para graficar el poder de Cristo en nosotros, un ejemplo: es absolutamente cierto que es muy difícil para un adicto salir de su adicción solo, sin ayuda; sin embargo, es muy común oír testimonios de ex adictos que han sido liberados de su adicción cuando han conocido a Jesús. Esto es, porque cuando Cristo mora dentro de una persona, es Él mismo quien inicia la tarea de restauración de esa persona; esa persona ya no libra sus batallas sola, sino con el poder de Cristo que está dentro de ella.

La oración de los justos tiene mucho poder, por eso, nos dice Pablo. "Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús" (Fil 4:6-7 LBLA).


EL PODER DE DIOS EN NOSOTROS



Es importante destacar esto: no es nuestro el poder; es el PODER DE DIOS EN NOSOTROS, o dicho de otro modo, SOMOS PODEROSOS EN CRISTO.

No estamos hablando de un poder basado en autosugestiones, o visualizaciones, como lo tratan los movimientos de auto-ayuda, ya sea de nueva era, u otros, que tergiversan el significado de la palabra "fe". No cometamos la imprudencia de creer que Dios es nuestro empleado para hacer lo que nosotros le digamos que haga. Él conoce nuestro corazón, y si no va contra nuestro crecimiento espiritual, y andamos conforme a su Voluntad, Él no dudará en bendecirnos conforme a nuestros deseos.

Hay que reconocer que hay movimientos religiosos, cuyos líderes se autodenominan cristianos, que enseñan que el concepto de "vida en abundancia" significa hacerse de todos los bienes materiales que uno puede desear. No obstante, fue Jesús quien dijo: "No pueden servir a Dios y a las riquezas". La vida en abundancia es esencialmente espiritual, y cuando se vive espiritualmente, los bienes materiales son sólo accesorios, y dejan de ser una obsesión. Una vida exitosa, suplida en todo sentido, es consecuencia de recibir a Cristo en el corazón, y de tener un espíritu fortalecido por la fe. La felicidad se puede definir como una vida en la que abunda el gozo, la paz, el amor, el autocontrol, la bondad, la humildad, la paciencia, la amabilidad, la fe, todos son frutos del Espíritu, y nada de esto se consigue con las riquezas que ofrece el mundo.

Jesús prometió que, si buscamos el Reino de Dios y su Justicia, el Padre cubrirá todas nuestras necesidades, porque Él sabe lo que necesitamos para vivir en este mundo. 

MAYOR ES EL QUE ESTÁ EN NOSOTROS


Con todo, si bien es cierto, ya no somos de este mundo, porque somos del Reino de Cristo (Jn 17:14-16), estamos aquí, por lo tanto, no estamos exentos de los ataques del demonio (Jn 16:33), pero ahora sabemos que el Espíritu Santo, que mora en nosotros los creyentes cristianos, es más poderoso, así que con la autoridad de Jesús en nosotros, podemos resistir al diablo para que huya, con oración permanente, sabiendo que "TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE" (Fil 4:13).
                                                           
Ya sabemos que nuestra lucha no es contra carne y sangre (personas), sino contra espíritus diabólicos que cohabitan con nosotros, por lo que tampoco debemos olvidar que la armadura que nos cubre es también espiritualCuando Cristo fue tentado en el desierto por Satanás, en sus respuestas decía “escrito está”... y citaba las Escrituras....Esa fue su defensa, y “el diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían” (Mt 4:1-11).


Jesús dijo:



Estas señales seguirán a los que CREEN:
En mi nombre echarán fuera demonios
hablarán nuevas lenguas;
Tomarán en las manos serpientes,
 y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño;
 Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. 
(Mr 16:17-18, RVR 60)


"El que en mí CREE, las obras que yo hago, él las hará también;
Y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. 
Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; 
así será glorificado el Padre en el Hijo. 
Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré".
(Jn14:12-13, NVI)


TRES ARMAS PODEROSAS:


Hay tres poderosísimos argumentos que debemos conocer, para recordar que somos más que vencedores en CristoLa Sangre de Cristo que nos redime al limpiarnos de pecado, y nos justifica ante Dios; la Palabra, que debemos conocer para usarla como arma ataque y defensa contra el mal; y el Nombre, que es el nombre de Jesucristo, a quien Dios "exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra". (Fil 2:9-11). 





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