viernes, 12 de agosto de 2016

Pidan y se les Dará

"Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón." 
(Sal 37:3-4 RVR60)


LA FE EN DIOS NO ES LA LEY DE LA ATRACCIÓN


Antes que todo, como cristianos renacidos, debemos tener en cuenta que la voluntad de Dios es nuestra santificación, y que "Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad" (1 Ts 4:3-8).

A diferencia de lo que fomentan las creencias que están dominando al mundo, trátese de esoterismo, Nueva Era, ley de la atracción, o evangelio de prosperidad, - que es más de lo mismo, porque omite o tergiversa lo que sugiere esfuerzo de parte del creyente, y saca de contexto las promesas de Dios para que se parezcan lo más posible a lo que la gente quiere oír - el verdadero creyente en Cristo no necesita enfocar su mente en lo que desea, visualizarlo, decretarlo y/o evitar tener pensamientos negativos sobre sus sueños (creencia positiva vs creencia negativa), porque la fe en nuestro Señor no se basa en el poder de nuestra mente, sino  en el conocimiento que tengamos de Dios.

Siempre que pedimos algo al Señor, debemos considerar si lo que estamos anhelando es conforme a la Voluntad de Dios para nosotros. El deseo de Dios es que sus hijos sean prosperados en todas las áreas de su vida, pero todo eso debe ir a la par con la prosperidad del alma (3 Jn 1:2). Es por esto que no siempre recibimos como deseamos, o en el tiempo que esperamos recibir.

¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA RECIBIR?


La respuesta es "Permanecer en Cristo".

En Juan 15, el Señor nos dice que Él es la vid, y nosotros sus ramas. Separados de Él nada podemos hacer. Sólo permaneciendo en Él podremos llevar mucho fruto.

¿Qué significa permanecer en Cristo?

En la misma parábola está la respuesta: "Si guardan mis mandamientos permanecerán en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor."  (Ver también 1Jn 4:7-21)

¿Cuáles son sus mandamientos?

Por Mt 22:36-40, sabemos que el primero y el más importante es "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente". Pero en este capítulo, conociendo Jesús nuestras debilidades, y sabiendo que probablemente nos cuesta menos cumplir el primer mandamiento, Él pone énfasis de esta manera: "Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado". 

Si pensamos en aquellos con quienes nos llevamos bien, es muy fácil amarlos ¿verdad?, pero qué pasa con nuestros enemigos, con los que nos calumnian, o nos provocan sufrimientos. Ése es el desafío... "Amen a sus enemigos", nos dijo el Señor.

Fue para esto que el Señor nos llamó, "para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros."  (Jn 15:16-17)


  • Volvamos a leer lo que nos dijo Jesús: "ASÍ [es decir, como consecuencia de llevar fruto que perdure] EL PADRE LES DARA TODO LO QUE LE PIDAN EN MI NOMBRE"

En el mismo sentido, Juan escribió en una de sus epístolas lo siguiente: "cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él." (1 Jn 3:22)


  • Volvamos a leer: "CUALQUIERA COSA QUE PIDIÉREMOS LA RECIBIREMOS DE ÉL, PORQUE GUARDAMOS SUS MANDAMIENTOS..."

Por último, no podemos dejar de lado lo que el Apóstol Santiago dijo: "No tienen porque no piden. Piden y no reciben; porque piden mal, para gastarlo en sus placeres. (...) ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? " (Stg 4:2-4 RVA2015)

ANDAR EN AMOR COMO CRISTO...


"Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón
y hallaréis descanso para vuestras almas"
 (Mt 11:29  RVR60)

Como podemos ver, para los hijos del Reino de Dios, obtener lo que deseamos no tiene que ver con visualizaciones o poder mental, tiene que ver con justicia, conocimiento, mansedumbre, Amor y fe. Permanecer en Cristo es Andar en Amor. Si así andamos, podemos llamarnos justos, y es promesa de Dios que "a los justos les será dado lo que desean", pero "lo que el impío teme eso le vendrá" (Pr 10:24). Si permanecemos en Cristo, aun si tropezamos, sólo podemos recibir las bendiciones que deseamos,  si ésa es la voluntad de Dios, claro está; todo de acuerdo a lo que Él soberanamente haya dispuesto que es lo mejor para nuestro crecimiento, pues, no olvidemos que también, si es necesario, seremos puestos a prueba.

Aunque requiere de un gran esfuerzo, especialmente al inicio, perseveremos y confiemos, ya que no estamos solos, pues, tenemos un Sumo Sacerdote que intercede por nosotros en el cieloque conoce nuestras debilidades, y que amorosamente va premiando cada pequeño paso que avanzamos hacia la perfección.

"sean imitadores de Dios como hijos amados, y anden en amor, 
como Cristo también nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda 
y sacrificio en olor fragante a Dios. 
(...) Ahora son luz en el Señor. ¡Anden como hijos de luz
Pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad
Aprueben lo que es agradable al Señor 
y no tengan ninguna participación en las infructuosas obras de las tinieblas
 sino, más bien, denúncienlas 
(...) No sean insensatos sino comprendan cuál es la voluntad del Señor 
(...) sean llenos del Espíritu
(...) cantando y alabando al Señor en su corazón; 
dando gracias siempre por todo al Dios y Padre 
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo..."