miércoles, 21 de agosto de 2019

¿QUÉ ES EL EVANGELIO?


La palabra "evangelio" significa "buena noticia". Pero antes de explicar en qué consiste la buena noticia, es necesario exponer la mala noticia.

La mala noticia es que, desde el pecado de Adán, no hay nadie, ni siquiera uno que haga lo bueno a los ojos de Dios, porque desde nuestra concepción somos esclavos de la influencia del príncipe de este mundo, que es Satanás; consecuentemente, todos hemos sido sentenciados a sufrir la ira del Señor, reservada para el día del juicio, y condenados a padecer eternamente en el lago de fuego preparado para Satanás y los que le sirven, que conocemos como el infierno, y que la Biblia llama la segunda muerte

La buena noticia es que Dios no desea la muerte del pecador, sino que se arrepienta; por eso, envió al mundo a su Hijo amado a ofrendarse como propiciación por nuestros pecados, para hacernos aptos de estar ante su Santa Presencia; es lo que conocemos como "justificación", que es un término judicial que significa libre de culpa, porque la deuda ya fue saldada.

Jesús, el Hijo de Dios que nunca pecó, padeció en su carne el castigo en la cruz que debíamos recibir nosotros por nuestra vida pecaminosa, y con su sangre, nos limpió, y nos liberó de la condena que pendía sobre nuestras almas


En definitiva, a nosotros no nos cabe ninguna participación en nuestra salvación, sino sólo obedecer al llamado, y rendirnos al Señorío de Jesucristo.


EL MILAGRO DE LA RESURRECCIÓN


El maravilloso milagro no es sólo que Jesús se ofreció para morir en la cruz para pagar por nuestros pecados, sino que fue resucitado por el Espíritu Santo, ya que la muerte no pudo retenerlo, porque la muerte sólo tiene poder gracias al pecado, pero no halló pecado en Él.

En consecuencia, Jesucristo se convirtió en el primogénito de los hijos de Dios que resucitan para vivir eternamente en el Reino de los cielos, y en su resurrección nos arrastra a todos los que creemos este evangelio. Ahora nuestro Redentor está sentado a la diestra del trono de Dios, preparando lugar para nosotros los creyentes, y volverá a buscarnos para llevarnos con Él antes que la ira de Dios se derrame sobre la tierra.

El final vendrá cuando menos lo pensemos, y cuando llegue, ya será tarde para arrepentirse. Busca a Jehová ahora, mientras puede ser hallado, porque todas las señales indican que no queda mucho tiempo.







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