miércoles, 9 de julio de 2014

Nueva Era, un Espejismo en el Desierto

Un movimiento que te saca del Camino


La Nueva Era tiene una característica que la hace muy atractiva, y es el convencer a sus seguidores que el poder para transformar sus vidas está en sus propias mentes, entregándoles herramientas, cuyo fin es educarlos para que aprendan a pensar positivo y atraer lo que desean conseguir.

Sé de qué estoy hablando, pues fui una seguidora y consumidora de todo lo que llegaba a mis manos que se relacionaba con Nueva Era. Pero cuando empecé a estudiar la Biblia, descubrí el engaño: la Nueva Era no es más que un espejismo de las grandes verdades de la Biblia; pude ver que las grandes leyes espirituales que Dios nos regaló para bendecirnos, estaban siendo tergiversadas y mutiladas por este movimiento, que quitó de en medio la Mayor Verdad de todas, que es Jesucristo. 

A Jesús lo nombran sólo para citarlo como si se tratara simplemente de un hombre sabio, un gran profeta, pero los cristianos sabemos que es mucho más que eso: es el Hijo de Dios; y el Hijo y el Padre uno son.

Es imperativo dejar absolutamente en claro, que el único camino a la salvación, y por medio del cual podemos realmente vivir vidas prósperas, es Jesucristo. Toda la Biblia, literalmente de principio a fin - (desde el Génesis al Apocalipsis)-, lo señala. 


Principios Bíblicos usados por este movimiento:



Efectivamente, la Nueva Era toma varios principios bíblicos que sí funcionan. Uno de ellos es la Fe.  Son muchos los milagros realizados por Jesucristo, y en todos ellos, el mensaje era "tu fe te ha sanado", "Conforme a vuestra fe os sea hecho", "como creíste, te sea hecho".  Este movimiento, te dice: piensa en lo que quieres, vive como si ya contaras con eso, y así lo harás realidad...  La Biblia define la fe como "La garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve" (He 11:1 NVI). Suena familiar, ¿verdad?

La Nueva Era lo llama la ley de la atracción; en lenguaje espiritual, lo llamamos la Creencia: obtenemos lo que creemos. Proverbios 10:24 (NVI), dice: "Lo que el malvado teme, eso le ocurre; lo que el justo desea, eso recibe". 

Otro principio bíblico tiene que ver con concentrarte sólo en las cosas positivas, para atraer lo bueno ("buenas vibraciones"). Pablo nos dice: "Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! (...) No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza." (Filipenses 4:4-8 NTV)

Nosotros no necesitamos esforzarnos por pensar positivo para que nos vaya bien; buscamos hacerlo para tranquilizar nuestro corazón, porque es difícil abstraerse de lo que pasa en nuestro entorno. Pero los que conocemos a nuestro Dios, sin importar qué circunstancias estemos atravesando, sabemos que Dios es Soberano, y que nada a Él lo sorprende. Él está a cargo de toda situación, y muchas veces permitirá que atravesemos por tempestades, pero todo tiene una finalidad superior, y muchas veces no entenderemos por qué el Señor las permite, pero todo obrará para bien del hijo de Dios.

También hablan con mucha propiedad del ser interiorEl ser interior es el espíritu del hombre, a través del cual puede mantener comunión con el Espíritu de Dios, que es el Espíritu Santo. Con la caída de Adán, el espíritu del hombre quedó reducido a su mínima expresión, pues se desconectó de Dios, debido al pecado; algunos estudiosos dicen que el espíritu del hombre murió al desconectarse del Padre. (Por lo general, cuando nos referimos al espíritu del hombre, lo escribimos con minúscula; cuando se escribe con mayúscula, estamos hablando del Espíritu Santo, que es de Dios).

El espíritu del hombre sólo puede renacer o ser vuelto a la vida cuando el hombre natural - (no renacido)-, se somete al Señorío de Jesucristo. Es entonces que, al presentarnos libres de pecado, gracias a la fe que tenemos en el Hijo de Dios, quedamos en condición de recibir el Espíritu de Dios, y de comenzar a vivir bajo su guía

Cuando Pablo habla a los efesios, diciendo "Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu" (Ef 3:16 NTV), se está dirigiendo a creyentes renacidos, que ya tenían un espíritu nuevo, pero aún débil, y tendían a confundirse, dejándose llevar por doctrinas inventadas u obsoletas, y por viejos malos hábitos que aún no habían sido desarraigados.

Está escrito que vendrían falsos profetas:



2 Timoteo 4:1-4 (RVR1960): "Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas".

2 Pedro 2:1-3 (RVR1960): "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.

1 Timoteo 4:1-3 (RVR1960): "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad."

Jeremías 23:16-17 (RVR1960): "Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros". 

Jeremías 29:8 (RVR1960): "Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.

Judas 1:3-4 (NVI): "Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, y ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos. El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados[a] para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.


NO TE SALGAS DEL CAMINO


Quisiera ser lo suficientemente enfática como para que todo el mundo comprenda la gran Verdad que encierra el mensaje de Jesucristo: para qué vino al mundo y padeció cómo lo hizo.

No saques a Jesús de tu vida. Sólo Él es el Camino para darte salvación. No hay otras vías que te conduzcan más directamente a Dios. Y cuando caminas por la Senda de Dios, puedes obtener todo lo que necesitas para vivir prósperamente. No necesitas esforzarte, ni aprender técnicas especiales, sólo debes buscar el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se te proporcionará, porque Dios sabe de qué tienes necesidad antes de que tú mismo lo sepas.

El único Camino es el Hijo de Dios, y el adversario ha tenido mucho éxito sacándolo de en medio, a través de estos movimientos que enseñan falsas doctrinas, pues su interés es que la gente sea desviada para mantenerlos bajo su dominio. 

Busca el Reino, y elije la Salvación, sólo así prosperarás y tendrás vida eterna.


sábado, 5 de julio de 2014

La Cruz, El Triunfo de Jesús

LA CRUZ FUE EL MEDIO PARA VENCER A SATANÁS


Existe la creencia de que la Cruz fue el símbolo de la derrota de Jesucristo. Nada más lejos de la verdad: la cruz fue utilizada por el Señor para derrotar al demonio, y a través de ella, obtener no sólo la gloria para Él, sino para todo el que en Él pone su fe.

Es lamentable que haya movimientos religiosos que insisten en mostrar a un Jesús sufriente en la cruz, cuando lo que se debería exaltar es su gloriosa resurrección. El ministerio de Jesús no terminó en la cruz. Ése fue sólo el paso obligado para vencer la muerte, porque ¿cómo podría haber tomado sobre sí el castigo de la humanidad sin morir?¿Cómo podría haber expiado los pecados del hombre sin haber derramado su sangre?¿Cómo podría haber resucitado sin haber muerto?. 

Al morir, derramar su sangre, y resucitar, Jesús abrió un camino que hasta entonces no existía, y que permite a todo el que cree en este milagro, acceder directamente al trono del Dios Altísimo.


LA VARA DE MOISÉS



En Éxodo 14:13-16, cuando el pueblo hebreo entró en pánico, al verse encerrado entre el Mar Rojo y el ejército egipcio, Moisés les dijo: "no tengan miedo, sólo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. El Señor mismo peleará por ustedes. Sólo quédense quietos. Pero el Señor dijo ¿Por qué clamas a mí? Dile al pueblo que se ponga en marcha; toma tu vara  y extiende la mano sobre el mar y divide las aguas(*) para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar..." (NVI).

La vara es un símbolo de Jesús en la cruz. El mar se dividió cuando Moisés alzó la vara hacia el mar, lo que simboliza el milagro de Jesús en la cruz, que quitó el velo que impedía al hombre llegar hasta el lugar Santísimo, que es el cielo. El mar se abrió, y pudieron cruzar a salvo todos los israelitas, pues creyeron que Dios estaba con ellos.

La decisión de cruzar hacia el otro lado es personal. Jesús ya abrió el camino, y todos están invitados a atravesar con Jesús hacia el cielo, pero es necesario manifestar la decisión, y reconocer que Cristo es el Señor, por eso Jehová instó al pueblo a ponerse en marcha; Él no los iba a llevar de la mano; Él les abrió el camino por medio de la vara, y marchar era algo que ellos debían hacer voluntariamente.

La cruz no fue un hecho casual. El plan de Dios para la salvación de la humanidad siempre contempló que sería de ese modo, y hay señales de ello en todo el Antiguo Testamento. Incluso, la muerte de Jesús fue relatada con detalles, siglos antes de que se instaurara la crucifixión como método de tortura y muerte.

SÍMBOLOS DE LA CRUZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO:


Cuando Jesús hablaba a las autoridades judías, les reclamaba que se preocupaban tanto de cumplir las Escrituras, y no se daban cuenta de lo que Moisés habló de Él en la Ley. Aquí algunos ejemplos, además del señalado en el cruce del Mar Rojo (*), que aparecen en el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia, escritos por Moisés), que hacen referencia a Jesús en la cruz:


La Vara de Aarón hace milagros ante faraón:


Exodo 7: cuando Dios envió a Moisés a hablar con faraón para que éste liberara a Israel, le dijo que llevara su vara (símbolo de la cruz), para que Aarón, su hermano, hiciera milagros ante éste y así supiera que Jehová estaba con ellos. Primero, la vara se convierte en serpiente. En otra oportunidad, con la vara golpea el Nilo y sus aguas se convirtieron en sangre.

Aguas del Río Mara:


Éxodo 15:22-25: Al salir del Mar Rojo, los israelitas llegaron al Río Mara y quisieron beber de sus aguas, pero éstas eran amargas. Reclamaron y se quejaron contra Moisés que los había hecho salir de Egipto para que murieran en el desierto. Dios dijo a Moisés que echara al agua un árbol (símbolo de la cruz), y de esta manera las aguas se endulzaron y pudieron calmar la sed.

Roca de Meriba:


Exodo 17:1-7: Cuando el pueblo de Israel salió del desierto de Sin y llegó a Redifín, reclamaron a Moisés que tenían sed, y le exigían que les diera agua. Moisés habló con Dios, y éste le dijo que tomara la vara y con ella golpeara la roca que había en Horeb. Así lo hizo Moisés, tomó la vara (símbolo de la cruz), y con ella golpeó la roca (símbolo de Jesús) y comenzó a brotar agua de ésta, (el agua simboliza el Espíritu Santo), y todos los israelitas saciaron su sed.

Guerra contra los Amalecitas:


Exodo 17:8-16: Cuando los amalecitas salieron a atacar a Israel, el ejército hebreo comandado por Josué, les presentó batalla. La historia dice que los israelitas vencían, mientras Moisés mantenía los brazos en alto (señal de la cruz), pero cuando se cansaba y los comenzaba a bajar, los amalecitas ganaban. A fin de ganar, los acompañantes de Moisés, Aarón y Jur, tuvieron que ayudarlo, poniendo una roca (Jesús es la roca) para que se sentara, y le sostenían los brazos en alto, y así Josué derrotó a los amalecitas.

Números 17:1-10: El pueblo de Israel comenzó a quejarse contra la autoridad de Aarón, el sumo sacerdote nombrado por Dios. Entonces, a fin de demostrar que Él lo había elegido, Jehová pidió que se nombrara un representante por cada tribu, es decir 12 personas, y que trajeran sus varas y escribieran sus nombres en ellas, y quedarían en la Tienda de Reunión por la noche. Al día siguiente, aquella que brotara, sería la de su elegido. La vara (símbolo de la cruz) que retoñó, dio flores y frutos fue la de Aarón.

Números 21:4-9: Dios se enojó con Israel porque no paraban de quejarse en el desierto, camino a la tierra prometida. En castigo, les envió serpientes que los herían de muerte. El pueblo de Israel se arrepintió y pidió a Moisés que intercediera por ellos. Dios entonces le dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la pusiera en un asta; todo aquél que fuera mordido y mirara hacia la serpiente, sobreviviría. La serpiente de bronce es también un símbolo de Jesús crucificado y resucitado. En Juan 3:14-16 NVI, Jesucristo lo confirma, diciendo que: "Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna".


CUIDADO CON LA IDOLATRÍA


No es malo tener una cruz como un recordatorio del sacrificio de Jesús, pero no es bueno usarla como reemplazante del Señor, ni mucho menos, creer que necesitamos arrodillarnos ante ella para ser oídos en el cielo. La oración eficaz sólo necesita un corazón manso, dispuesto a abrirse para hablar con su Señor, y esperar en Él.


"No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, 
Ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; 
Porque yo soy Jehová vuestro Dios
(Lv 26:1).


Conclusiones:


Jesús no fue derrotado en la cruz. Él fue obediente al Padre, y se sometió al castigo por nosotros. Jesús es el Cordero pascual sin manchas, que fue sacrificado, y cuya sangre se usa para pintar los dinteles de nuestro ser, a fin de que la muerte deje de tener poder sobre los creyentes. Ya no hay condenación para los hijos de Dios, porque Jesús nos santificó en su muerte y resurrección.


"Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— 
El Hijo también se hizo de carne y sangre
Pues solo como ser humano podía morir 
Y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo
quien tenía el poder sobre la muerte. 
Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados 
Por temor a la muerte".
(He 2:14-15 NTV)