jueves, 19 de mayo de 2016

La Autocompasión: un arma contra nosotros mismos

CAMINO A LA DEPRESIÓN


He llegado a la conclusión que una de las formas en que más fácilmente caemos en depresión es por medio de la autocompasión. Es un arma muy poderosa que el diablo usa muy eficazmente contra los hijos del Señor.

Cuando fuimos redimidos, y Jesucristo se convirtió en nuestro Señor, no sólo no convertimos en ciudadanos de Su Reino, sino que también quedamos protegidos bajo Su Autoridad y Potestad. En otras palabras, Satanás dejó de tener poder sobre nosotros, porque ahora pertenecemos al Hijo de Dios.

Si olvidamos quiénes somos en Cristo, dejamos abierta una puerta que el enemigo siempre va a traspasar para venir a engañarnos, argumentando en contra de nuestra fe en Dios, y pretendiendo que creamos que estamos solos en este mundo. Pedro nos dijo: "Su adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar" (1 P5:8 RVA2015).

FUNDAMENTOS


Como hemos explicado en otras ocasiones, somos seres tripartitos, esto es, nuestro ser se divide en tres partes a saber: el cuerpo, el alma y el espíritu. El cuerpo es la parte que nos conecta con el mundo, por medio de nuestros cinco sentidos; el espíritu nos permite nuestra conexión con el Señor; y nuestra alma es la que nos identifica como individuos - somos seres vivientes, porque tenemos alma - y en ella están contenidos nuestro intelecto (la mente), nuestra voluntad (libre albedrío), y nuestras emociones. No está de más señalar que es nuestra alma la que será juzgada al final de los tiempos.

El alma se pone al servicio ya sea del cuerpo o del espíritu. En otras palabras, mientras más hacemos caso a lo que nuestra parte física no exige, más carnales somos. Por el contrario, si nos dejamos dominar por el espíritu, obedeciendo la Voluntad de Dios para nosotros, más espirituales somos.

Si seguimos la guía del espíritu, desarrollaremos sus frutos, y cuando hemos alcanzado esa madurez, el alma, con todo lo que es, queda sometida al control espiritual. Jesús dijo: "por sus frutos los conoceréis"... ¿cuáles son esos frutos?... Pablo nos enseña que el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (Ga 5:22)


CONSECUENCIAS DE UN ESPÍRITU INMADURO



Cuando no hemos alcanzado un desarrollo en nuestra vida espiritual, las emociones - parte de nuestra vida anímica (del alma) - pueden convertirse en nuestras enemigas, y es uno de nuestros puntos susceptibles de ser usados por el diablo para debilitar nuestra fe. (Ya hemos hablado que nuestra lucha no es contra personas de carne y hueso, o situaciones terrenales, sino contra seres espirituales que nos atacan, valiéndose de personas o hechos que parecen cotidianos).

Satanás nos ataca por medio de las emociones, porque sabe que una persona que se deja llevar por sus emocionesal no tener un espíritu fortalecido,  reaccionará negativamente ante ciertos eventos, consiguiendo así contristar (reprimir, entristecer o apagar) ese espíritu aún frágil, impidiendo que éste pueda manifestarse libremente a través de esa persona. 

Las emociones dañinas pueden ser ira, rencor, falta de perdón, autocompasión, desaliento, deseos de venganza, odio, envidia, angustia, lujuria, ansiedad, tristeza, vanidad, culpa, resentimiento, orgullo, etc.

La diferencia entre un cristiano maduro y uno que no lo es, se puede reconocer, entre otras características, por cuán templado puede permanecer éste, cuando se ve enfrentado a situaciones desagradables o difíciles de controlar por él.


SÍNTOMAS 


Cada vez que pensamos, o decimos, o sentimos que somos víctimas de las circunstancias, o personas, podemos estar cayendo en una situación de autocompasión. Tantas veces nos quejamos contra nuestros familiares, jefes, compañeros, amigos, circunstancias, etc.

Obviamente, aquí no estamos hablando de verdaderos casos de abusos, que los hay y muy graves, y los tales deben ser denunciados, y nadie puede dejarse someter, ni permanecer pasivo, ante abusos contra personas indefensas.

En este estudio nos referimos a personas con vidas normales, que viven conflictos regularmente, como todo el mundo, y que deben lidiar con personas que les pueden hacer la vida difícil.

La Biblia dice que, si es necesario, nuestra fe podrá ser probada para afirmarla. ¿De qué otra forma puede ser probado algo, si no es por medio de dificultades que hay que vencer?

Cuando encontramos personas o situaciones que nos ponen mal, probablemente necesitamos desarrollar paciencia, AMOR, humildad, autocontrol, longanimidad, etc. Todo lo anterior, se puede conseguir cuando, en vez de reaccionar al calor de los eventos, decimos. "Señor, yo no puedo con esta carga. Tú toma el control".


MEDICINA ESPIRITUAL: LA ORACIÓN Y EL AMOR


Si cada vez que las situaciones parecen incontrolables, las entregamos a Dios, por medio de la oración ferviente, para que Él se haga cargo, estaremos dando pasos hacia el desarrollo espiritual.

Junto con entregar el control de todo al Señor, debemos orar pidiendo sabiduría para aprender a enfrentar esas situaciones o personas. 

También debemos orar para que esas situaciones o personas cambien. Incluso si se trata de enemigos, debemos orar por ellos, y bendecirlos, porque así nos enseñó nuestro Señor: "Amen a sus enemigos y oren por los que les persiguen" (Mt 5:44-47)

Por último, y muy importante, debemos orar para que el Espíritu Santo nos ayude a cambiar en nosotros esas actitudes que nos impiden crecer espiritualmente, revelándonos qué es lo que está mal en nosotros y, como hijos obedientes, someternos a su corrección, a fin de evitar volver a repetir los mismos errores que pudieran habernos llevado a enfrentar eso que nos disgustó tanto.

Sólo orando obtendremos sanación, y mientras más aprendamos a andar en amor, como Cristo nos enseñó, más fuertes espiritualmente seremos.


"El amor tiene paciencia y es bondadoso
El amor no es celoso
El amor no es ostentoso, ni se hace arrogante
No es indecoroso, ni busca lo suyo propio
No se irrita, ni lleva cuentas del mal
No se goza de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser".