jueves, 10 de julio de 2025

Animales Puros, ¿e Impuros También?

El siguiente es un extracto del Blog Escudriñemos el Evangelio, Estudio del Libro de Mateo (Parte VIII), que me ha parecido interesante compartir aquí, por cuanto explica, con argumentos bíblicos, el motivo oculto tras la prohibición de comer cierto tipo de animales, que Jehová mandó a los hijos de Israel.

El texto, basado en Mateo 15:15-20, donde Jesús se refiere a lo que realmente contamina al hombre, dice así:

..."Marcos, en su evangelio, llama nuestra atención al agregar un interesante comentario después de las palabras de Jesús, cuando dijo: "¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina?". El discípulo afirmó: "Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos" (Mr 7:18-19).  

La importancia de este comentario radica en que, en el Antiguo Testamento, había prohibición de comer la carne de ciertos animales, como el cerdo, porque la ley lo declaraba inmundo. Pero tal prohibición encerraba un misterio que es develado en el libro de los Hechos, a través de una visión que el Señor dio a Pedro, en la cual exhibe, en una especie de lienzo, toda clase de animales impuros, y manda a Pedro que los coma, a lo cual el apóstol respondió: "Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca" (Hch 11:8); entonces el Señor dijo: "Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro” (Hch 11:9 NBLA). Esta ilustración usó Cristo para anunciar a Pedro que había llegado la hora de hacer extensivo el evangelio a los no judíos también. Sin embargo, la ilustración, y el mensaje que la acompañó, también dieron a conocer que la prohibición, en el fondo, no tenía que ver con los animales en sí, sino con lo que ellos, por sus características, simbolizaban, esto es, los pueblos gentiles, cuyas abominables costumbres representaban una inminente amenaza a la santidad para la cual Jehová había apartado a los hijos de Israel. 
 
La visión que el Señor dio a Pedro fue una de las formas en que se comenzó a develar el "misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres" (Ef 3:5), y es "que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio" (Ef 3:6). ¿Qué había sucedido para que tal prohibición hubiera quedado obsoleta? La respuesta es que, para aquel entonces, "según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios" (Hch 2:23 NVI), ya había sido sacrificado el Cordero pascual provisto por Dios, cuya Sangre preciosa comenzaba a esparcirse por toda la tierra, expiando, de una vez y para siempre, los pecados de todos los seres humanos que tienen la misma fe que a Abraham le fue contada por justiciasin importar su origen étnicoDe esta manera, Dios estaba dando cumplimiento a la promesa que hizo al patriarca, diciendo: "En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra..." (Gn 22:18), porque Jesús es la simiente de Abraham en quien todos los pueblos, no sólo los judíos, son bendecidos.  
 
A mayor abundamiento, Pablo, en su carta a los romanos, nos sorprende al afirmar que, "no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos", dicho de otra manera, "no los que son hijos según la carne (de Abraham) son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes" (Ro 9:6,8). Y también dijo que, "la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: «En ti serán benditas todas las naciones»", así que, agregó el Apóstol: "los que son de la fe son bendecidos con Abraham, el creyente." (Ga 3:8-9 LBLA).  
 
Ya que el simbolismo de los animales impuros había sido esclarecido, más adelante Pablo escribió: "De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud". "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios(1Co 10: 25-26, 31)."


(Extracto de Estudio Bíblico del libro de Mateo (Cap 15), Blog "Escudriñemos el Evangelio" de Novaluz