sábado, 5 de julio de 2014

La Cruz, El Triunfo de Jesús

LA CRUZ FUE EL MEDIO PARA VENCER A SATANÁS


Existe la creencia de que la Cruz fue el símbolo de la derrota de Jesucristo. Nada más lejos de la verdad: la cruz fue utilizada por el Señor para derrotar al demonio, y a través de ella, obtener no sólo la gloria para Él, sino para todo el que en Él pone su fe.

Es lamentable que haya movimientos religiosos que insisten en mostrar a un Jesús sufriente en la cruz, cuando lo que se debería exaltar es su gloriosa resurrección. El ministerio de Jesús no terminó en la cruz. Ése fue sólo el paso obligado para vencer la muerte, porque ¿cómo podría haber tomado sobre sí el castigo de la humanidad sin morir?¿Cómo podría haber expiado los pecados del hombre sin haber derramado su sangre?¿Cómo podría haber resucitado sin haber muerto?. 

Al morir, derramar su sangre, y resucitar, Jesús abrió un camino que hasta entonces no existía, y que permite a todo el que cree en este milagro, acceder directamente al trono del Dios Altísimo.


LA VARA DE MOISÉS



En Éxodo 14:13-16, cuando el pueblo hebreo entró en pánico, al verse encerrado entre el Mar Rojo y el ejército egipcio, Moisés les dijo: "no tengan miedo, sólo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. El Señor mismo peleará por ustedes. Sólo quédense quietos. Pero el Señor dijo ¿Por qué clamas a mí? Dile al pueblo que se ponga en marcha; toma tu vara  y extiende la mano sobre el mar y divide las aguas(*) para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar..." (NVI).

La vara es un símbolo de Jesús en la cruz. El mar se dividió cuando Moisés alzó la vara hacia el mar, lo que simboliza el milagro de Jesús en la cruz, que quitó el velo que impedía al hombre llegar hasta el lugar Santísimo, que es el cielo. El mar se abrió, y pudieron cruzar a salvo todos los israelitas, pues creyeron que Dios estaba con ellos.

La decisión de cruzar hacia el otro lado es personal. Jesús ya abrió el camino, y todos están invitados a atravesar con Jesús hacia el cielo, pero es necesario manifestar la decisión, y reconocer que Cristo es el Señor, por eso Jehová instó al pueblo a ponerse en marcha; Él no los iba a llevar de la mano; Él les abrió el camino por medio de la vara, y marchar era algo que ellos debían hacer voluntariamente.

La cruz no fue un hecho casual. El plan de Dios para la salvación de la humanidad siempre contempló que sería de ese modo, y hay señales de ello en todo el Antiguo Testamento. Incluso, la muerte de Jesús fue relatada con detalles, siglos antes de que se instaurara la crucifixión como método de tortura y muerte.

SÍMBOLOS DE LA CRUZ EN EL ANTIGUO TESTAMENTO:


Cuando Jesús hablaba a las autoridades judías, les reclamaba que se preocupaban tanto de cumplir las Escrituras, y no se daban cuenta de lo que Moisés habló de Él en la Ley. Aquí algunos ejemplos, además del señalado en el cruce del Mar Rojo (*), que aparecen en el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia, escritos por Moisés), que hacen referencia a Jesús en la cruz:


La Vara de Aarón hace milagros ante faraón:


Exodo 7: cuando Dios envió a Moisés a hablar con faraón para que éste liberara a Israel, le dijo que llevara su vara (símbolo de la cruz), para que Aarón, su hermano, hiciera milagros ante éste y así supiera que Jehová estaba con ellos. Primero, la vara se convierte en serpiente. En otra oportunidad, con la vara golpea el Nilo y sus aguas se convirtieron en sangre.

Aguas del Río Mara:


Éxodo 15:22-25: Al salir del Mar Rojo, los israelitas llegaron al Río Mara y quisieron beber de sus aguas, pero éstas eran amargas. Reclamaron y se quejaron contra Moisés que los había hecho salir de Egipto para que murieran en el desierto. Dios dijo a Moisés que echara al agua un árbol (símbolo de la cruz), y de esta manera las aguas se endulzaron y pudieron calmar la sed.

Roca de Meriba:


Exodo 17:1-7: Cuando el pueblo de Israel salió del desierto de Sin y llegó a Redifín, reclamaron a Moisés que tenían sed, y le exigían que les diera agua. Moisés habló con Dios, y éste le dijo que tomara la vara y con ella golpeara la roca que había en Horeb. Así lo hizo Moisés, tomó la vara (símbolo de la cruz), y con ella golpeó la roca (símbolo de Jesús) y comenzó a brotar agua de ésta, (el agua simboliza el Espíritu Santo), y todos los israelitas saciaron su sed.

Guerra contra los Amalecitas:


Exodo 17:8-16: Cuando los amalecitas salieron a atacar a Israel, el ejército hebreo comandado por Josué, les presentó batalla. La historia dice que los israelitas vencían, mientras Moisés mantenía los brazos en alto (señal de la cruz), pero cuando se cansaba y los comenzaba a bajar, los amalecitas ganaban. A fin de ganar, los acompañantes de Moisés, Aarón y Jur, tuvieron que ayudarlo, poniendo una roca (Jesús es la roca) para que se sentara, y le sostenían los brazos en alto, y así Josué derrotó a los amalecitas.

Números 17:1-10: El pueblo de Israel comenzó a quejarse contra la autoridad de Aarón, el sumo sacerdote nombrado por Dios. Entonces, a fin de demostrar que Él lo había elegido, Jehová pidió que se nombrara un representante por cada tribu, es decir 12 personas, y que trajeran sus varas y escribieran sus nombres en ellas, y quedarían en la Tienda de Reunión por la noche. Al día siguiente, aquella que brotara, sería la de su elegido. La vara (símbolo de la cruz) que retoñó, dio flores y frutos fue la de Aarón.

Números 21:4-9: Dios se enojó con Israel porque no paraban de quejarse en el desierto, camino a la tierra prometida. En castigo, les envió serpientes que los herían de muerte. El pueblo de Israel se arrepintió y pidió a Moisés que intercediera por ellos. Dios entonces le dijo a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la pusiera en un asta; todo aquél que fuera mordido y mirara hacia la serpiente, sobreviviría. La serpiente de bronce es también un símbolo de Jesús crucificado y resucitado. En Juan 3:14-16 NVI, Jesucristo lo confirma, diciendo que: "Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna".


CUIDADO CON LA IDOLATRÍA


No es malo tener una cruz como un recordatorio del sacrificio de Jesús, pero no es bueno usarla como reemplazante del Señor, ni mucho menos, creer que necesitamos arrodillarnos ante ella para ser oídos en el cielo. La oración eficaz sólo necesita un corazón manso, dispuesto a abrirse para hablar con su Señor, y esperar en Él.


"No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, 
Ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; 
Porque yo soy Jehová vuestro Dios
(Lv 26:1).


Conclusiones:


Jesús no fue derrotado en la cruz. Él fue obediente al Padre, y se sometió al castigo por nosotros. Jesús es el Cordero pascual sin manchas, que fue sacrificado, y cuya sangre se usa para pintar los dinteles de nuestro ser, a fin de que la muerte deje de tener poder sobre los creyentes. Ya no hay condenación para los hijos de Dios, porque Jesús nos santificó en su muerte y resurrección.


"Debido a que los hijos de Dios son seres humanos —hechos de carne y sangre— 
El Hijo también se hizo de carne y sangre
Pues solo como ser humano podía morir 
Y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo
quien tenía el poder sobre la muerte. 
Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados 
Por temor a la muerte".
(He 2:14-15 NTV)


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